Adolescencia sin suicidio no es un libro de suicidología, sino de educación emocional. Tiene como eje central el concepto de acompañamiento emocional y hace uso del formato de guía prefigurativa y práctica para precisarlo. Sus páginas despliegan la relación que existe entre estilos de crianza y maneras de ser adolescente, a sabiendas de que es en dicha relación donde se define la posibilidad de contar, o no, con estrategias saludables de afrontamiento ante adversidades, vivencias empoderadoras de comprensión y respeto, y habilidades para encontrar vínculos y experiencias favorables al propio crecimiento y desarrollo.
Dos convicciones subyacen en el espíritu de esta obra: el contexto en el que vivimos, que no logra acompañar adecuadamente a quienes necesitan ayuda en la adolescencia, conlleva un serio problema de responsabilidad social que debemos resolver; el analfabetismo emocional, con sus escenarios habituales de sobreprotección, hiperexigencia, permisividad o desprotección, se puede enfrentar con formación y autoformación.
Estas páginas son una propuesta a modo de guía para interactuar con el mundo adolescente y un modelo de convivencia a transitar, al ritmo y posibilidades de cada familia o comunidad. Al final del libro se despliega un test que puede ser autoadministrado, con eje en el acompañamiento emocional y en la calidad del diálogo intergeneracional.
